La
invitación fue abierta a través de la convocatoria que se lanzó a los discentes
de la Escuela Telesecundaria Francisco Miranda. Ésta fue lanzada sin solicitar
inscripción anticipada, sino que en ella se establecieron solamente los puntos
a evaluar en la fecha que se fijó para ello; aunque ésta no la respetamos, pues
el día que habíamos elegido teníamos la sesión de Consejo Técnico de Directores
y por eso trasladamos los trabajos para el lunes 26 de mayo, aunque ya teníamos
lista la revisión por escrito de cada uno de los cuentos que se recibieron con
antelación.
El
día de la lectura hicimos un sorteo y fuimos invitando uno por uno para que nos
leyera su creación y nos pudimos percatar que algunos alumnos no respetaron la
convocatoria porque se basaron en personajes ya existentes de películas,
caricaturas o cuentos leídos en los libros. Por lo tanto, interrogamos a
diferentes estudiantes para que nos ayudaran a identificar a quienes habían
hecho copias de trozos literarios o tomaron personajes de otras obras y esto
nos ayudó un poco para definir la premiación que manejamos en la convocatoria.
Después
de revisar palabra por la palabra, la puntuación, la coherencia, la tildación,
el mensaje y demás requisitos previamente descritos en la convocatoria; por fin
llegamos a decidir en quiénes deberían recaer los premios económicos que esa
misma tarde entregamos a los agraciados.
No
quedamos conformes con esta actividad, entonces optamos por tomar descuidados a
los alumnos para que durante media hora por la mañana hicieran un cuento de
terror en cada uno de los grupos y notamos que no cambió mucho la composición,
la mala y la buena ortografía para quienes les fue otorgada la premiación antes
hecha.
Estos
fueron los cuentos que más se acercaron a lo que pedíamos en la convocatoria:
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